jueves, 28 de noviembre de 2013

UNA RUBIA EMPOLLONA CON GAFAS QUE DICE "TAL PASCUAL"...

UNA RUBIA EMPOLLONA CON GAFAS QUE DICE “TAL PASCUAL”….
Cuando era pequeña, tuve dificultades en el aprendizaje de la lectura. El profesor recomendó a mis padres que compraran un libro con el que ellos mismos me enseñaran a leer. Mo lo dudaron. Mi padre, con mucha paciencia, me leía por las noches el contenido de ese libro que compraron. Recuerdo que contenía las letras del abecedario…Debido a mi corta edad (unos 5 o 6 años) no recuerdo el procedimiento de enseñanza que empleó mi padre. Pero sí tengo claro que gracias a su método de enseñanza aprendí a leer y escribir. Con esto vengo a decir lo siguiente: no siempre un sistema o método de enseñanza es eficaz para todas las personas. Quizás el sistema que utilizaba mi profesor para enseñar a leer no se adecuaba a mis necesidades de aprendizaje. ¿Qué ocurre en una Unidad de Trastornos de Personalidad? En mi opinión, lo mismo que he expuesto antes. Cada persona tiene unos objetivos y expectativas al entrar allí. En mi caso, sabía perfectamente que los profesionales de la UTP iban a convertirse en mis guías en el camino de autoconocimiento. Pero ellos no me iban a solucionar la vida. Ni mis problemas. Muchos de mis compañeros en las largas charlas que he mantenido con ellos durante 6 meses, suelen decir que los psiquiatras, psicólogo, enfermeras y auxiliares de la UTP no hacen un buen trabajo porque no atienden a las exigencias de cada uno. Y yo me pregunto: ¿ qué esas personas con sus correspondientes vidas y problemas estén pendientes de nuestros problemas y su objetivo en la vida sea la resolución de los conflictos de unos pacientes?¡¡ Qué duro trabajo tiene el personal de la UTP¡¡¡ Muchas veces ni nosotros mismo sabemos cuáles son nuestros verdaderos problemas. Ni nos paramos a analizarlos. ¿Por qué? Porque es más fácil derivar nuestra responsabilidad a los demás y en este caso, al grupo terapeútico de la unidad. He visto en mis compañeros el reflejo de mi misma en el sentido de utilizar mil formas ineficaces de pedir ayudar para solucionar nuestros conflictos internos: me corto, grito, miento sobre mis actos y sobre mi vida, el otro me molesta, finjo desmayos y enfermedades, tú tienes la culpa, mi psiquiatra no me entiende porque no soluciona mis males, consumo sustancias porque estoy triste… Objetivo: ¡¡¡ATIÉNDEME, ES TU TRABAJO¡¡¡¡¡ Señores, al igual que pedimos consideración y respeto por parte de los profesionales de la UTP, deberíamos considerar que ellos son personas. Tienen sus necesidades, sus problemas personales y por supuesto su vida. La UTP es solo su trabajo, no su vida. Muchas veces nos dedicamos a exigir respeto y comprensión, y nos enfurece no captarla. ¿Cómo vamos a percibir comprensión de los demás si nosotros mismos no nos entendemos ni nos respetamos con nuestras conductas autodestructivas? Exigiendo a los demás continuamente sin mirar los que ocurre dentro de nosotros nos lleva a olvidar el significado de palabras como empatía, humildad, constancia, trabajo y responsabilidad. Señores, una Unidad de Trastornos de Personalidad no hace milagros. Como exponía al principio: cada individuo tiene el poder de usar y adaptar a sus conocimientos los procedimientos y herramientas que te ofrece la Unidad de forma eficaz o ineficaz. Ese es el duro y gran trabajo. O puedes optar por seguir exigiendo y quejándote… ESTÁ EN TUS MANOS

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es muy fácil echar balones fuera y muy complicado mirarse uno mismo y aprender ayuda de manera consciente, tranquila, adulta.... No os desaniméis todo puede mejorar y podeis aprender ha hacerlo de otra manera más adaptable al mundo real.