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Los días pasan, el año se termina… se supone que muchos de nosotros hacemos un resumen de como fue el año y de lo que pretendemos para el siguiente. No es algo que yo haga mucho la verdad, aunque siempre lo he considerado muy útil, pero siempre me ha dado mucha pereza o mucho miedo. Recuerdo más el comienzo del año 2012 que el del 2013, ¿por qué? Porque fue mucho más desagradable, mientras unos nacían, yo moría o decidía morir. Casi dos años después, puedo disfrutar de una reunión con mis amigos, de ver cómo crecen sus hijos, ver cómo siguen hacia delante con sus más y sus menos. Cómo en ellos sigue: su buen humor sobre todo su capacidad de sacar humor a situaciones peliagudas. Amigos nunca, nunca, jamás habrá palabras suficientes para expresaros mi amor, mi agradecimiento, mi admiración, por y para vosotros. La capacidad de afrontamiento que tenéis a situaciones, como por ejemplo, la vivida conmigo. Es y ha sido digna de admiración. Cada vez que hacéis una broma que a muchos le pudiera parecer grotesca o poco aceptable, a mí me parece lo mejor. Sacar humor de camisas de fuerza, pastillacas, terapias, berebere,............ es la mejor medicina. Gracias, gracias, gracias, gracias y millones, billones, trillones de gracias. Sois de lo mejor que hay en mi vida.
Una vez me explicaron que la zona del dolor físico y la zona del dolor emocional están en el mismo lugar en el cerebro, y que una conducta común de algunas personas es calmar el dolor emocional a través del dolor físico ya que en ese momento, el cerebro segrega opiáceos. He decidido que mi cuerpo es un templo y que no quiero más malditas cicatrices que me pueden catalogar de pirada. También gracias a mi empeño y a la ayuda de los profesionales y de la medicación he y estoy aprendiendo a localizar eso dolor y calmarlo de otra manera. También pienso:¿Dónde vamos a pedir trabajo con los brazos llenos de señales?, ¿Qué pretendemos contar a un recién conocido?. No hay pastilla ni varita mágica, hay conciencia, esfuerzo, humildad, capacidad de entendimiento y no sé, no sé que más hay. Sé que algunos de mis compañeros no están todo lo bien que me gustaría, desde aquí os mando muchísimo ánimo, intentar cambiar los hábitos. No es cuestión de TENER GANAS PARA HACER COSAS si no HACER COSAS PARA EMPEZAR A TENER GANAS. Desde mi posición deciros a todos que: TODO ES MEJORABLE, y SIEMPRE QUE SEPAMOS CUALES SON NUESTRAS LIMITACIONES, SEREMOS MÁS FELICES.
Este año 2013 he intentado no ser mala, aunque tampoco me he esforzado por ser buena. Simplemente he intentado ser yo, sacar partido a las tres claves que considero, son muy importantes en mi persona. Por ello, os pido seguir potenciando estas tres características. Rey Mago Melchor: por favor, te pido que en el 2014 pueda utilizar de la mejor forma mi cerebro. Ser consciente de que todos actos tienen sus consecuencias. Utilizar el cerebro de la forma más adaptativa posible, intentando buscar soluciones no dañinas a los conflictos y problemas de la vida diaria. Que mi cerebro construya ideas creativas, originales que me ayuden a la construcción de mi propia persona, sobre todo en el terreno laboral. Que piense antes de actuar: saber contar hasta al menos 10. Que siga siendo consciente de que todas las personas somos buenas y malas, dependiendo de las circunstancias que nos rodean. Que siga con la misma perspectiva de futuro, pensando que podré encontrar un trabajo renumerado (ya que estar “parado” no es estar quieto), al igual que los 6 millones de personas en desempleo. Que mi cerebro siga listo para adquirir conocimientos, habilidades y experiencias que me ayuden en el ámbito laboral y personal. Que tenga la capacidad de aprender de las cosas que me ocurren, seleccionando lo que mejor me conviene. Qué siga pensando que existen cosas que yo no puedo cambiar, porque son externas a mí y por ello las tengo que aceptar. Al mismo tiempo, modificar de mí conductas e ideas que no me benefician. Que mi cerebro intente manejar de mejor forma mis virtudes, y aceptar esos defectos tan particulares que en conclusión, me hacen ser yo misma. Que mi cerebro tenga memoria para recordar lo mejor y peor de este año. Saber que siempre existen momentos en los que lloramos y momentos en los que reímos. Rey Mago Gaspar: por favor, te pido que en el 2014 me des corazón para sentir tanto lo bueno como lo malo. Corazón para agradecer y recordar lo mejor de las personas que he conocido y conoceré. Un corazón humilde que me ayude a agradecer a las personas que, con nombres y apellidos, me han ayudado este año: - Empezando por mi familia, los que están y me faltan. En especial a mis padres y mi siempre hermana y amiga, que hace dos años y medio me brindó el mejor regalo que ahora mismo tengo: mi pequeña cucutrás. - A mis amigo/as: Bla, Bea, Ana, Judith, Ro, Mike, Raf, Alex, Rub, Zinni, Adara, Cris, Pati… Añadir a estos a la mejor compañera de barco que podría tener en este año de lucha: Nieves. - Al personal trabajador de mi gran aventura: J.P, P, S, R, M, M.J, R, M…Sin olvidar a G, por las conversaciones matutinas y a A, por su tolerancia y ayudarme a llevar a cabo mis actividades creativas (siempre recordaré esa frase de: “ha llegado la cansina…”) M, P, N, C, B, P, V, T, en especial a estas dos últimas. A los que me ayudaron a comprenderme: A, J.M, J, y en especial a A. Un corazón que me ayude a seguir queriendo a los demás y sobre todo, seguir queriéndome a mi misma. Rey Mago Baltasar: por favor, te pido que en el 2014 me des valentía y coraje para seguir luchando con ilusión y el sentido del humor que hoy tengo para enfrentarme al día a día. Seguir manteniendo la fuerza y coraje para llevar a cabo mis acciones y sueños. Que siga teniendo la fuerza y valentía para aceptarme y levantarme con ilusión cada mañana, que no es poco...llevando a cabo mis pequeños objetivos diarios.
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Uno intenta entender al de enfrente lo mejor posible sobre todo si se le quiere. Pero comprender cosas por las que no has pasado es muy muy difícil. Una de mis compañeras de la unidad, terminó ella misma con su vida. Nunca olvidaré como fue cuando me lo dijeron. Lo más duro de esta experiencia para mí fue eso: "estar al otro lado". Ese mismo dolor que yo sentí en ese momento se "lo había hecho pasar a mi familia, a mis amigos…Me sentí derrotada y hablándolo con una de mis maravillosas amigas me lo dijo, me lo explicó: " Imagínate como me tuve que sentir yo cuando tu lo hiciste siendo mi mejor amiga".
He participado en las terapias, he tenido más afinidad con unos que con otros tanto en compañeros como con el grupo terapéutico, he sido paciente y también he perdido los nervios.
He aprendido a convivir de muy cerca con personas muchas horas.
Han habido semanas tensas y hasta días insoportables. He convivido con la amabilidad, la bordería, el apoyo, la mala educación, la compañía, la agresividad, las risas, los llantos, la esperanza, el desasosiego, etc. He aprendido y he tenido que tolerar historias, comportamientos, diferencias, desacuerdos.
He intentado comprender situaciones que para mí son, en ciertas ocasiones, completamente inexcusables.
He aprendido mucho, mucho, mucho de cada uno de mis compañeros, de cada situación tanto agradable como no.
He hecho un máster en autoconocimiento y un trabajo muy intenso de introspección.
He visto cosas que sabia pero desde otra perspectiva, consiguiendo así afinar cada vez más los puntos claves para mejorar. Para conseguir verme a mí misma de un modo más realista, más humilde, más cariñoso, tolerante, respetarme… dejar de ser la persona sargento que no consiente menos de un 10, la cual creía que conformarse es no esforzarse: "Ahora pienso que conformarse es reconocer mis límites". "He aprendido que: ¡Cuánta más distancia hay entre lo que queremos ser y lo que realmente somos, mayor es la frustración e infelicidad." ¡"Qué los pensamientos no son órdenes"!.
Que hago lo que puedo cada día de mi vida, al igual que los demás hacen lo pueden en sus circunstancias, momentos y situaciones. También he aprendido a desconfiar, a ver que queriendo o sin querer cada uno contamos nuestras historias como mejor nos conviene, o desde nuestra perspectiva y recuerdo. Siempre he sabido que hay muchas versiones de cada uno de los acontecimientos de la vida y como dice House " todo el mundo miente". Aquí, para conseguir cosas, tenemos que tener la mente muy abierta para escuchar lo que no nos gusta de nosotros mismos, tenemos que ser muy honestos y humildes con nosotros mismos. Me voy con la lección cogida con pinzas, me marcho con miedo, asustada por si no consigo practicar las nuevas lecciones, por si olvido lo aprendido. Me voy sabiendo que soy exigente: la sargento forma parte de lo que soy. Me voy sabiendo que también soy estupenda y petarda y que no pasa nada, que haré y me comportaré de mejor o peor manera y tendré que aceptarlo y manejarlo de la forma más saludable para mí. . Tenemos instinto de supervivencia y por eso seguimos aquí, ese instinto hace que sigamos luchando, que sigamos hacia delante.
Me he encontrado con la desesperanza, queriendo el final. Pero aquí sigo, haciendo un enorme trabajo de mentalización, de comprensión… atendiendo tanto lo que me gusta escuchar como lo que no.
He entendido que enfadarme un momento contigo no quiere decir que ya no vuelva hablarte. He entendido a convivir con cosas que no aguanto de ti y no pasa nada. Estoy en el camino de comprenderme, de aceptarme, de relativizar, de entender que las cosas también salen aunque yo no participe en ellas y que si hay algo que no me gusta como sale.
"No pasa nada".
Que si no cumplo mi lista de tareas (que me encanta hacer listas) no pasa nada, que el machacarme hará que vuelva a mi círculo de autodestrucción, y que si vuelvo a caer intentaré pensar que no es el fin del mundo que en peores plazas he toreado.
He aprendido a levantarme en los días que me hubiese quedado en la cama.
He aprendido a valorarme, a equilibrarme. Morir no es suicidarse, también se puede morir en vida y quedarte en la cama durante días es una manera de retirarte de ella.
Tengo que agradecer a los médicos que me ayudaron a entrar aquí, a mis padres que gracias a ellos he podido hacer este kit-kat en mi vida para poder dedicarme 100% a mí. Quiero agradecer a mis amigos que me siguen acompañando en el camino de la vida.
Agradezco al grupo terapéutico de aquí, en especial al psicólogo: verdaderamente es un regalo y privilegio que estés aquí. He aprendido muchísimo de tus terapias. Siempre que haces un “agradecimiento”, te olvidas de alguien: pido disculpas por adelantado.
Agradezco a mis compañeros, los que estáis y los que habéis pasado.
Agradezco a todo el mundo porque todos en algún momento de nuestra vida somos un ejemplo, para copiar lo que te gusta del otro o para no repetir lo que no nos gusta y por ello, también tengo que agradecérmelo a mí misma por haberme dado otra oportunidad.
Todos los días son nuevos, todas las vidas únicas, mi manera de verme y de ver la vida ha cambiado: también es nuevo.
Los cambios asustan, la vida cambia constantemente… así es que aceptar esos cambios facilitará mucho nuestra vida. Como dice mi psiquiatra: "Siempre pasan trenes."
UTP un Gran Hermano sin edredonin o si te pillan haciéndolo te vas a la calle. Me refiero a lo de Gran Hermano porque las emociones se pueden, bueno se suelen magnificar, es decir, de repente eres la más mejor de las personas del mundo mundial y te quiero mogollón al segundo día y la realidad es: que no tengo ni idea de como eres o puedes llegar a ser. Pienso que las primeras impresiones pueden engañar, pero chic@s con la edad más puliendo y cuando alguien me da mal rollo me lo da y siendo como soy en más de una ocasión pruebo a conocer por si me he equivocado, pero cada vez acierto más a la primera. Con el paso de los días en la unidad me he hecho más fiel a mi instinto, porque ha sido bastante acertado. Luego estar "encerrados" (salimos los fines de semana o más días dependiendo del tiempo que lleves) al final por una o por otra parte te dejas llevar, dentro del grupo sí o sí hay subgrupos porque cada ser somos de una manera y nos agrupamos con los más parecidos a nosotros. En un lugar pequeño todo esto se acusa más tanto para crear grupos de buen rollo como todo lo contrario. La necesidad que tenemos de pertenecer a un grupo a veces nos puede llevar a comportarnos de una manera o forma que habitualmente no lo haríamos. ¿Nunca te ha pasado?
Los estereotipos existen porque nos ayudan a categorizar y ordenar nuestro entorno y ordenar las diferencias que existen en la sociedad. Todo lo que nuestra mente reproduce en una determinada situación o utiliza para llevar a cabo una acción, contiene un significado. Lo cierto es, como apunta Tajfel (1984), que utilizamos los estereotipos para incrementar las semejanzas entre los miembros con unas mismas características, e incrementar a su vez las diferencias con respecto a este grupo y los miembros del contexto social que les rodea. Inevitablemente, esto es muy utilizado entre personas diagnósticadas con TP que conviven en un mismo ámbito durante 6meses. Es curioso cómo a lo largo de estos 6 meses, actuamos y pensamos de acuerdo a las normas que se van estableciendo dentro de este grupo. Personalmente, creo que no somos conscientes de que por psicología grupal, tendemos a formar nuestra personalidad conforme a las expectativas y objetivos del grupo que nos rodea. Esta es una gran dificultad, pero una vez detectada, la alarma salta cuando actúas conforme a lo que otros esperan de ti. Eso si quieres construirte de acuerdo a tus valores y creencias, con un criterio personal. Es normal que cuando las personas nos sentimos perdidas, tendemos a buscar la opinión, aprobación y confirmación de todos nuestros actos. Pero señores y señoras.: Todo cambio o modificación viene acompañado de un proceso, y este requiere de constancia y reflexión por parte del individuo que lo lleva a cabo. Todo esto viene por lo siguiente: el problema es que si cuando sales de un ingreso de 6 meses en el que estás rodeado de gente con una misma categoría o etiqueta social que tú, mantienes las mismas normas y creencias utilizadas con el mencionado grupo social, y pretendes que este grupo siga siendo tu punto de referencia en la tu rutina fuera de ese contexto hospitalario, puedes cometer errores en el proceso de cambio y adaptación. ¿Por qué? Porque creo que intentar llevar un contexto que ha sido útil para identificar y superar dificultades en un periodo de tiempo a otro contexto muy diferente, puede impedir la adquisición y aplicación de las herramientas de trabajo adquiridas. En estos dos últimos días, diferentes acontecimientos me han llevado a la conclusión de que si he conocido en los últimos meses a 40 personas aproximadamente, sólo una pertenece a mi contexto social actual. Muchos de los que hemos pertenecido a este grupo insistimos en continuar agarrándonos a las personas que nos han acompañado en esos 6meses, simplemente por mantener esos estereotipos que nos unen como personas pertenecientes a una categoría denominada TLP. Confieso que lo he hecho, he creído querer a personas con las que he vivido durante unos meses cuando solo existe cariño y comprensión. Confieso también, que por querer pertenecer a este grupo y ser aceptado como miembro del mismo he intentado justificarme y dar explicaciones de acuerdo a las normas establecidas por el grupo durante quizás, los 6 meses. Pero mi contexto ha cambiado, por suerte. Afortunadamente mantengo diferentes grupos sociales que he construido a lo largo de mi vida. Y por supuesto doy gracias a todos los miembros que pertenecen a ellos. Pero no puedo, porque no es mi trabajo ni quiero agotar mis fuerzas, acompañar a una persona que tiene unas serie de dificultades sociales diferentes a las mías. Simplemente, no me identifico con estas personas. Se puede seguir viviendo con las normas grupales de un grupo que ha convivido en un mismo contexto unos meses determinados, pero para mí no es útil. Llega a resultarme hasta extraño y dañino ya que los hábitos y creencias de estas personas con las que he vivido, no se asemejan para nada a mis normas o valores de mi contexto actual en el cuál he crecido durante más de 25 años. Lo siento, prefiero construirme de acuerdo a mis estereotipos y categorías, que son, en muchas ocasiones, bastante diferentes a las que utilizaba en el grupo social con el que conviví unos meses.
