lunes, 3 de marzo de 2014

NO LLUEVE ETERNAMENTE

¿Hay algo eterno en esta vida si ni siquiera la vida lo es??. Ni un mal momento es eterno ni uno bueno tampoco, por eso no hay que desesperar en los primeros y aprovechar los segundos.

No me gusta que se diga que la vida es una lucha constante porque parece que en la lucha no se disfruta, pero si he de deciros que hay cosas que cuestan más que otras como levantarse de la cama cuando no tienes ganas, no desesperar cuando no te sientes dueño de tu ser, cuando tus emociones te llevan al límite de la desesperación... todo esto y muchas cosas más de las que te pueden pasar son costosas de cambiar.

No es un chip que de repente se enciende, no hay un click que de pronto hace que retomes todo lo que dejaste en algún momento.
No es cuestión de estar constantemente pensando en lo que un día nos pasó y que quizás esa sea la causa de nuestros males, la cuestión es: ¿¡qué puedes hacer ahora!?.

Desde mi humilde situación decirte que una de las primeras cosas que puedes hacer es respirar, sí, respirar, respira hondo, suspira, relaja el diafragma, ¡si supieras lo contraído que el mundo en general lo tiene a causa de la vida que llevamos!: unas cuantas respiraciones profundas pueden hacer que de repente tengas ganas de llorar, o te relajen, o se aclare un poco la mente... lo importante de esta respiración es el tiempo que te tomas para ti y que puedas darte cuenta que algo falla, que tu vida, tu situación no es la adecuada porque te hace daño a tí y a los demás.
Si en un principio eres incapaz de tirar por ti, piensa en las personas que te rodean y te quieren aunque en su desesperación por ayudarte a veces puede que te griten y te digan cosas que no quieres oir. Por estas personas puede merecer la pena intentarlo y por supuesto no lo dudes:
¡Por Ti merece la pena que lo intentes!. Dicen que no se puede querer si uno no se quiere así mismo. Yo pienso que si puedes querer pero que no darás lo mejor de tí.

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